Compañero de Gross Mercat reprimido y despedido. Igual os suena la cantinela.

Gros Mercat,(in)justicia y UGT. Un cocktail de chantaje, complicidad y mentiras.

La injusticia ha dictado sentencia:
Según la misma dice no haber quedado acreditado que haya sufrido vulnera­ción de derecho fundamental, según la sentencia del juzgado de lo social nº 1 de Logroño. Ya sabe­mos que rara vez la justicia hace honor a su nombre y esta vez no ha sido una excepción.

Tras un trabajo constante de Rubén por mejorar las condiciones de los trabaja­dores y clientes del Gros Mercat de Logroño, solo escucha­das tras denunciar a la inspección de trabajo, a modo de represión, Rubén fue despedido.

Entonces se ini­cia una intensa campaña de denuncia publica por parte de CNT, sindicato al cual esta afiliado Rubén, para denunciar las tácti­cas represoras de Gros Mercat y pedir su readmisión.

Mediante la acción directa, es decir con concentra­ciones en los centros de trabajo de Gros Mercat y del resto de empre­sas del grupo Miquel Alimentació (Suma supermerca­dos). Tanto en La Rioja como en el resto del estado (gracias a la solidaridad de otros sindicatos de CNT), manifesta­ciones y concentra­ciones en el centro de Logroño, repartiendo miles de panfletos informativos a clientes y ciudadanos en general, pegando cientos de carteles y pegatinas.
Gracias a estas acciones hubo reuniones con la empresa antes del juicio en la que llega­ron a ofrecer una indemniza­ción de 90 días por año trabajado “o incluso mas” alegando en todo momento que se le despidió debido a, adivinen “la crisis”, otra de las miles de mentiras …

Llego el momento del 1er juicio en el que ya vimos de que lado esta la justicia tras no dejar actuar a la defensa que tenia el compañero aplazando el juicio por error procesal.

Desde ese día añadimos otro elemento a nuestra campaña de denuncia publica. La justicia no tan ciega con una una balanza que se inclina por el peso del capital en donde los derechos pesan muy poco.

La saca­mos a pasear en marchas, junto con sus compañe­ros cómplices de la represión: el gerente, el director y la policía. Incluso estuvo mendigando para sacar unos euros para seguir financiando despidos.
Llego el ultimo juicio donde Rubén estuvo arropado por compañe­ros tanto fuera, con una concentracion pidiendo su readmisión, como dentro del juicio como era de esperar, sus testigos, secuaces (responsable del departamento de recursos humanos David García, sub-director Miguel Mendoza, el gerente Guillermo Parra Marina (el de la frase:“ subnormal!!! mira la sentencia!!! no volverá a trabajar aquí en su puta vida!!!”) fue mas allá y ni siquiera se presento en el juicio habiendo sido citado a declarar, etc) no defrauda­ron a papa empresa siguiendo al pie de la letra el discurso que Gros Mercat les habia dictado.
Lo que no era tan de esperar fue la intervención de la delegada sindical de UGT Veronica Villar Vicente que sin ningún tipo de escrúpulo empezó a mentir descarada­mente sin disimular los nervios de quien sabe que esta mintiendo deliberadamente.
El asombro de los allí presentes fue mayúsculo, mas aún cuando era testigo de Rubén y cuando este fue despedido se mostró indignada diciendo que no entendía que “lo hubie­ran echado con lo trabaja­dor que era”.

Las razones para cambiar de discurso: ¿chantaje? ¿miedo? ¿dinero? ¿lavado de cerebro? … Que cada cual saque su conclusión.

No es de extrañar que con delega­dos sindicales así, la patronal este tan contenta con estos sindicalistos. (, a esto hay que añadirle que la defensa de Rubén fue impuesta y ni siquiera le dio la oportunidad de defenderse de semejantes mentiras y acusaciones,).

De todos los testigos el único que dijo la verdad fue un ex-compañero de Rubén en el centro, que vistas las actitudes de Gros Mercat si aun sigue en la empresa es por pura estrategia, no por ganas, ya que les van mas los trabaja­dores domestica­dos y moldeables a su antojo. Rubén ha demostrado de sobra no ser así y por eso esta en la calle.

Aunque ahora es el quien no volverá a trabajar en esta empresa “modelo” que trata a los trabaja­dores como mera mercancía de usar (cuando les son dóciles) y tirar (cuando alzan la voz).
Ni con esos “compañe­ros” (gerente, sub-director, delegada “sindical” …) que salvo honro­sas excepciones han demostrado no tener ni vergüenza ni dignidad alguna para vender a Rubén testificando y mintiendo a favor de su amo.

¡¡Si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido!!



¡¡CNT, sin subvenciones, ni libe­ra­dos!!



¡¡Un sindicato para luchar!!


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